El Obispo Pedro Olmedo visitó las Islas Canarias por última vez los días 22 y 23 de noviembre, poco antes de su puesta en descanso, para despedirse tras un total de 14 años como dirigente de distrito y Obispo en las islas. Durante estos años, el ministerio fue una gran bendición y mostró mucho amor, comprensión y cercanía a los miembros de las comunidades.
El Obispo sirvió en la comunidad Tenerife-Norte el martes 22 por la noche. Las comunidades de La Palma y Fuerteventura estaban conectadas a través de IPTV.
La base del Servicio Divino fue la palabra de Zacarías: "Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor de Jehová. Así ha dicho Jehová de los ejércitos: […] Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros." (Zacarias 8: 22-23)
Durante la prédica el Obispo explicó que nos estamos preparando para ser primicias. ¿Cómo se supone que es esta preparación?, preguntó…
Cada uno debería ser un auténtico y practicante cristiano, viviendo la fe que Jesús ha enseñado. Se puede hacer, por ejemplo, dado que se practica la comunión en las comunidades, ayudándose mutuamente, respetándose y aceptándose. Además, se debería ser un portador de paz: en la familia, en la comunidad y en nuestro entorno.
El miércoles por la noche, el Obispo sirvió en la comunidad de Gran Canaria, esta vez con una palabra del libro de Salmos: "Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento." (Salmos 23:4)
El salmista utilizó aquí la imagen del pastor para dejar claro el cuidado que Dios muestra siempre a su pueblo. El "valle de sombra de muerte" también puede entenderse como una imagen de tentación. Por eso, cada uno pide a Dios que le conduzca y le guíe en la tentación y a través de ella. Pero esto requiere confianza. Pongamos esta confianza en Jesús, dijo el Obispo, aunque no entendamos muchas cosas. Él sabe lo que hace y solo hace lo que es mejor para nosotros y lo que sirve para bien.
Los miembros de las comunidades de las Islas Canarias, quedan agradecidos de todo corazón al Obispo, por su servicio y trabajo en la Obra Redentora de Dios durante tantos años, y le desean a Él y a su esposa que sigan recibiendo bendiciones.